Siempre, y en todo orden de cosas, será mejor algo aunque sea minúsculo a la nada. Porque es pasar desde un infierno a un cielo de diferencia el vacío de no tener lo que más anhelas a sentirlo en esta vida. Una caricia al alma, una mirada, un "te quiero", un último abrazo, un arrepentimiento de espíritu, tu corazón antes de ese momento, o bien, pedirle noviazgo al amor de tu vida. ¿Saben lo que tienen en común? Demoré años de mi vida en tratar de encontrar el momento, y la sensación que queda en tu corazón es que sólo dura 1 segundo, pero ese segundo es eterno, y también dura lo necesario para que se vuelva etéreo. Por eso nunca entendí en los libros a las personas enamoradas que envidiaban a las que no. Es verdad, no se pueden abrazar los recuerdos, pero sentirlos, al menos es algo, en esta vida es algo. Yo también creía en el fondo cuando escuchaba esas canciones cursis, estar oyendo a personas prisioneras de un imposible. El amor es tan simple, y el amor de mi vida dejo tanto en mi, y yo tan poco en ella, que ahora sé todo lo que puedo dar, y lo que no. Siempre se ha dicho que hay 3 tipos de amores, o tipos de felicidad. Me inclinó a pensar que sólo hay 2: el carnal y el inexplicable. Para el carnal apliqué todo tipo de metáforas lingüísticas, artilugios del doctor amor, consejos en un bar por un par de amigos borrachos, en fin, déjate llevar, y tu corazón te lo recompensara. Pero para el segundo, jamás hagas como con el primero. Llegado el momento una caricia al alma, un te quiero, una mirada, un abrazo, un arrepentimiento de corazón o mirar a los ojos al amor de tu vida, te hará entender esto.