¿Qué sería de nuestras vidas si no pudiéramos al menos tener un puñado de días felices?
Entrar a esto me invitó a un ejerció mental, el comenzar a recordar instantes. Se me aparecieron de pronto cientos de situaciones en la mente, imágenes que me volvieron a robar una sonrisa.
Claro, para este caso es preciso una fotografía que represente el momento; espero que llegue el día en el que alguna máquina pueda reproducir lo que nuestra mente nos muestra.
La foto: fiesta de disfraces. Vestido de un personaje que me encanta, Harry Potter. Con amigos. Noche para aplaudir de pie fue esa.
Elegir una, y sólo una costo. Pero ahí la tienen, en definitiva, para muestra, sólo basta un botón. Este es mi botón, el que demuestra mis días felices.
Vive cada día como si fuera el último, nada te garantiza que no lo sea. ¡Vivir y ser felices!