La verdad que no tengo la dicha de tener un hijo pero la vida me regaló una sobrina hermosa. Esta criatura me regala todo el amor del mundo tan solo con una sonrisa, me enseña que todos los días de la vida valen la pena porque hay alguien en el mundo que te todo sin nada a cambio. Oriana me enseña a ser tía, mama, maestra, inventora de cuentos, me enseña a jugar y enchastrarme. Mi día feliz es sin dudas con y de ella.