días felices en la casa de mi abuela donde pase mi infancia, donde los días grises no eran grises,todo era felicidad. Teniamos esa mezcla de dulzura e inocencia, no tengo fotos pero solo me basta con cerrar los ojos para volver a estar ahi, jugando a la escondida entre los árboles o comiendo mandarinas del árbol de la abuela la cual hoy está lejos pero siempre en mi corazón ...