Mi felicidad
Ese estado emocional tan efímero y tan buscado por todos nosotros, ese sentimiento que nos hace reír o llorar, es la felicidad.
Todos vivimos en pos de ella, pero que disímil es mi felicidad.
Cuando mi hijo me miró a los ojos y los suyos no estaban extraviados, cuando me habló coherentemente, cuando logró dormir ocho horas por las noches, cuando advirtió que había elegido vivir, ese día conocí la verdadera felicidad.
Mi felicidad, eterna, no efímera como se la define, es haber logrado que mi hijo abandonara el alcohol y las drogas y hoy sea la persona que alguna vez fué.