Mis días notoriamente mas felices fueron cuando conocí a Silvia y cuando tuvimos a nuestros hijos, Martín y Carolina, conforme crecieron, verlos, solidarios, sensibles, estudiosos, tan buenas personas, sentir por ellos el amor indescriptible que un padre puede tener. Ni hablar la plenitud total en estos días de febrero, llegará nuestro primer nieto, Mateo. Ahh, que feliz aquel día, octubre de 2008 en que Martín me regaló aquel viaje a la ciudad que siempre quise conocer, Barcelona, y allí fuimos los dos y compartimos unos días inolvidables, en la foto estamos en el Parque Güell.