Una hija
Llegaste a la vida despacio, sin apuro. Tuvimos que esperarte y tener paciencia. Nos enseñaste que tu tiempo no era el nuestro. Abriste bien grandes los ojos y nos miraste, curiosa. Por un hueco de la emoción las palabras salieron solas, por primera vez te dije hija y eso y todo me pareció un milagro. Y lo era. Y lo es.
Otra hija
Tuvimos que trabajar juntas. Para sacarte adelante, decíamos. Y no nos dábamos cuenta, que vos ya estabas delante. Que vos nos dabas fuerza, que con vos aprendimos. Que fuiste vos, hija, la que nos sacaste adelante a nosotros.