9 de la mañana, Palermo, salgo de casa, aun se huele la lluvia, Gorritti es un tunel verde de tipas altas, una nave gotica, y el piso una alfombra amarilla de sus petalos refulgentes aun, terciopelo, siento tal coneccion que imagino ese instante eterno
6 de la tarde, voy en un taxi por Figueroa Alcorta, concentrado en mi teléfono y sus miles de noticias y compromisos, cruzamos Tagle y esta alli, en la esquina de siempre, sin hojas, furibundo de flores rosas, ese lapacho me vuelve al presente mas perfecto, a la belleza pura, a la alegria rotunda.
7 de la tarde, setiembre, los paraísos del barrio perfuman el aire, mi niñez, la fuerza caudalosa del Paraná, la inocecia, el candor, el deseo, se manifiestan en ese aroma sutil, malva e imperceptible.
9 de la noche, noviembre, casa de mi abuela, me espera en su galeria, un vestido claro de fresquear, dueña absoluta de su reino, las magnolias, los helechos, las orquídeas, el pasto fresco, los grillos empecinados y ese regalo único que son sus jazmines en medio de la noche.
3 de la madrugada, el avion aterriza con demora en Marrakesch, han sido dos horas de vuelo y siglos de distancia, todo es ajeno e intrigante, un taxi, una negociación y caemos rendidos en la cama del hotel. A la mañana siguiente, en medio del ramadan, un guia nos muestra los laberintos del zoco, olores, colores, las ropas, los sonidos, todo es nuevo en mi ojos y tan antiguo. 12 del mediodia, en medio de una calleja una puerta un patio central desbordado de plantas, una escalera una terraza de toldo multicolor, camastros y almohadas de colores, una mesa baja, un te muy dulce y el almuerzo mas exquisito de mi vida, infinidad de platos, aceitunas, quesos, panes y humus, y laben, hojas de parra y un tajin de cordero, y esos condimentos, y otro te y una bandeja de frutas jugosas y sexuales y dátiles, unos dulces que se disuelven en la boca con petalos de rosas. El placer mas completo.
Retazos de felicidad absoluta, seres, amores, alertas, gestos, detalles que me despiertan de la carrera diaria y me descubren como pieza de un todo perfecto, armonioso, bello y profundamente feliz.