
No era tan fácil la cosa; ahora tenía un hijo, una persona muy chiquita que me necesitaba.
Todo sucedió muy rápido, casi no llegue a darme cuenta de la responsabilidad que implicaba y ya lo tenia en brazos, llorando; con su cabecita que media lo que mi pulgar.
A ella la conocí a principios de 2003. En diciembre de ese año acepto salir conmigo; a los seis meses estaba embarazada.
No fue inconsciente, no fue un accidente; la verdad es que lo buscamos. Quizás porque era la única forma de sentir que íbamos a estar juntos para siempre. Quizás porque era la manera mas efectiva de cambiar el rumbo al presente que vivíamos.
En fin, quedamos embarazados. no teníamos trabajo, no teníamos casa, estábamos estudiando arte dramático; intentando conocernos. El pasado era insuficiente, el futuro se veía un poco oscuro.
Nueve meses no eran suficientes para echarle luz al asunto.
Pero seguimos adelante.
La madrugada del caluroso 29 de enero de 2005 nació Santiago, su nombre fue elegido en homenaje a mi amigo Santiago Gobernori.
Todos los miedos, la incertidumbre, el pasado, el futuro, etc, se hicieron humo cuando mi hijo milagrosamente apareció sucio y despeinado.
Hoy si me preguntan cual fue el día mas feliz de mi vida, digo que fue EL DÍA QUE NACIÓ MI HIJO DE LUZ.